lunes, 13 de julio de 2015

No puedo seguir.

Queridas, queridísimas lectoras. Acá me tienen de vuelta después de tanto. No, el título de la entrada no es una broma, ojalá lo fuera. Por favor les pido que lean toda la entrada, no se asusten si ven muchas letras, son muchas cosas que tengo que decirles...
Como habrán notado las últimas semanas estuve ausente. Al principio si se debía a la escuela, a la falta de inspiración, a las miles de cosas para hacer. Ahora... no.
Miren, para que lo entiendan, a mis catorce años, se me dio ese ''click'' del cerebro. Qué sé yo, a algunas personas les pasa a los 15, o a los 20, o a los 100. No sé. Pero a mí me llegó ahora. ¿En qué consiste ese click? En mi caso, me refiero al cambio de mentalidad, a la forma de ver las cosas. En el colegio estoy mal. No me refiero a los estudios, porque siempre fui aplicada, digamos. A los compañeros. No, no me hacen bulling ni esas cosas, pero a todos, absolutamente todos sin casi excepción, los veo como personas falsas. Gente con la que no me gustaría pasar el resto de mi vida, que no sean mis recuerdos cuando sea grande. Me hace falta una amiga verdadera (o amigo). No tengo, chicas. Hay una de todas que realmente me aprecia por lo que soy, lo cual valoro inmensamente, y podría ser la única excepción. Pero, y es por eso que me considero una egoísta a veces, es ''tontita'', no me gusta. Le falta viveza, es infantil y demasiado feliz. Pero me quiere. Y eso es algo que vale muchísimo. El sentimiento de sentirse querido es lo que busco, ¿saben? Saber que le importo a alguien más que $2,50. Aparte yo sé que valgo, que soy una persona interesante, y que soy diferente, y no lo digo como las que dicen soy única, soy histérica, celosa y diferente a todas, que son más comunes que una zapatilla. Yo de verdad siento que soy distinta, en mi forma de pensar, y mucho más ahora. Lo peor de todo es que no me siento a gusto con nadie. Primero, son gente falsa que sólo te busca cuando necesita algo. Segundo, además de falsas, son putas, mentirosas y arrogantes, la mayoría de mis compañeras. Los varones directamente son unos imbéciles. ¿La escuela? Un negocio, como todas las escuelas privadas católicas. Con todo lo que pienso últimamente, no me costó mucho tomar la decisión de cambiarme de colegio, pero no me garantiza absolutamente nada, y tengo miedo de encontrarme con algo peor.
El otro factor que influyó en esta decisión es, que extraño la niñez. Puede sonarles estúpido después de todo lo que dije anteriormente, pero lo siento. He pasado tardes enteras llorando viendo la película El planeta del tesoro con su canción, que solía ser una de mis películas favoritas. Porque tuve una infancia hermosa, y en otro país. Chicas, nací en Argentina, pero con ocho meses, en el 2001 (mientras acá ocurría una catástrofe económica llamada corralito) yo me fui a vivir a España y volví a Argentina 11 años después, en el 2012, después de que a mis papás se les hiciera insostenible la situación (porque en España ahora mismo hay una crisis económgan, porque lo y menos para extranjeros. Y sin trabajo no hay dinero, y sin dinero no se puede vivir). Acá si había trabajo por más mal que esté el país, y por eso volvimos. Mi hermano nació allá. Nunca lo supieron, ninguna de ustedes, pero sinceramente pensé que no lo creerían, yo en mi sano juicio tampoco lo hubiera hecho. Ahora se los digo para que conozcan absolutamente todos los porqués de mí decisión. Me crié en otra cultura, con otra gente diferente. Conozco España más que Argentina (todavía nunca salí de Buenos Aires), pero casualmente desde que vivo acá me gusta mucho más Argentina. Debe ser alguna especie de amor por el lugar en que nací. Me emociono con el himno, y escuchando las historias de los guerreros de las Malvinas. Siento que pertenezco acá. Pero extraño España, como no se imaginan. Hace años que no veo a mis amigos de la infancia, hace años que no como nocilla, hace años que no veo el clan tv, ni escucho Amaral en la radio, que no veo Piratas del Caribe con la traducción española. Son cosas que por insignificantes que parezcan, me ponen sensible, y me dan ganas de que quiera volver a tener 5, 6 años. Y más con lo porquería que está siendo mi adolescencia.
Esas dos cosas especialmente me han hecho pensar mucho, y son lo que me llevó a pensar en el paradero de esta novela. Recuerdos de una infancia preciosa, y el presente que cada día es más asco.
Ahora mismo tengo los ojos llorosos saben, porque las quiero un montón, gracias a blogger conocí a gente genial, hasta en persona. Son fantásticas. Todas. Nunca podría haber tenido mejores lectoras que ustedes. Pero ahora mismo mi situación mental me impide seguir escribiendo esta novela, ya que la imaginé hace tiempo, cuando todavía no me conocía a mí misma tan bien como ahora. Mi sueño siempre fue terminar una novela acá en blogger, debe ser una satisfacción enorme. Y me odio por hacer esto. Pasé mucho tiempo pensando en qué cosa podría pasar en cada capítulo, y ahora... esto. Siempre puteé a todas las que dejaban su novela, y ahora las entiendo porque soy una de ellas.
Pero volviendo a ustedes; Cata, Vicky, Salma, Valeria, María, Cami, Valentina, Regina, Karen, Carla, y todas las que alguna vez pasaron por acá y me arrancaron una sonrisa con su comentario, las admiro. Por ser como son y todas esas cosas. Es raro, nunca pensé que llegaría a sentir afecto por personas que no conozco en persona, pero que sé con certeza que son gente increíble.
Nunca olvidaré a Dianne, ni a Bianca, ni a ningún personaje. Viven en mi mente, al igual que ustedes. En mis recuerdos. Los recuerdos tienen un gran peso en mí, como habrán visto. No desapareceré de blogger, no ahora, no hasta dentro de mucho. Seguiré leyendo sus historias y apoyándolas para que sigan, porque lo valen. Son geniales chicas, cada una de ustedes. Espero que entiendan lo que me pasa, y cómo siento que abandonando esta historia explicándoles todo, se hace un ''poquito'' más leve.
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Nada, mil gracias por leer esto, y por haberme leído desde antes. No se imaginan lo que las aprecio. Nos vemos.
Lucía.